Sí, ¡paredes de donas!
Por más extraña que suene esta tendencia, está sucediendo y está muy de moda entre las novias más originales. La tendencia surgió en 2014 cuando los diseñadores de bodas pensaron en fusionar el concepto de las mesas de dulce con el del pastel, dando como resultado un espacio más reducido y creativo en el que los invitados pudieran deleitar sus paladares con estas exquisiteces de la pastelería. Todo esto claro, sin dejar de ser llamativo convirtiéndose así en un foco de atención de la decoración.
¿Por qué tener una?
El detalle que hace de esta idea algo innovador y creativo es que puedes ajustarlo al tema y época de tu boda, jugando con los colores y texturas con las que el pastelero puede decorar cada rosquilla. Puedes crear desde mosaicos de fotos, las iniciales de tu prometido y tuyas, hasta diseños personalizados para complementar la decoración del lugar. Además, al tratarse de un postre individual, tus invitados podrán apreciar más la individualización. Y, ¿a quién no le gustan las donas? Mezcla distintos sabores para complacer los gustos de todos tus invitados.
